El día en que murió Carlos Álvarez

Una pérdida de la poesía, una pérdida de la conciencia social

El pasado sábado 26 falleció el gran poeta, gran compañero y gran amigo, Carlos Álvarez Cruz a los 88 años. Miembro del Club de Amigos de la UNESCO desde su fundación en 1961 y hasta hoy. Para él esta organización siempre representó el espíritu de la lucha por la libertad, por una cultura verdaderamente popular. Por eso acudió entusiasta cuando se le solicitó su participación y su nombre para la sección literaria que hoy sigue llevándolo orgullosamente Aula Literaria Carlos Álvarez. Por nuestra parte, junto al dolor por su perdida, solo podemos albergar el más profundo de los agradecimientos.

 Y es que Carlos Álvarez fue muchas cosas, pero una que le definió sin duda fue su inmensa generosidad, por eso su vida y su obra orbitó siempre con centro en el planeta Fraternidad, algo mas acá de la tan invocada, y tan pocas veces cumplida, solidaridad. La Fraternidad definió su vida y también su obra poética. En los duros días de la lucha antifranquista Carlos, Carlitos, como siempre le llamó el gran Antonio Ferres, fue antes luchador por la libertad, miembro del PCE, antes que poeta. Fue el poeta más machadiano de los de su época porque asumió plenamente lo de “en el mejor sentido de la palabra, bueno”, y vaya si lo fue, y no solo para sus compañeros mas cercanos sino para todos, para la Humanidad entera.

Por eso fue el luchador antifranquista que sucesivamente más veces entró en las prisiones. Con su proverbial sentido del humor (no en vano nació andaluz de Jerez de la Frontera) él siempre decía que así entendió para lo que servía un papa… Fue excarcelado en 1958 por el indulto concedido tras la muerte de Pio XII, de nuevo condenado y excarcelado tras la de Juan XXIII, y de nuevo y finalmente tras la muerte de Franco.

 En prisión en 1964, fue alma y sostén de los mineros asturianos prisioneros, allí fue nombrado por ellos hijo de Mieres, por eso él siempre decía que nació asturiano a los treinta años… Serían cientas las anécdotas vitales las que habría que recordar, siempre en el espíritu de un hombre que dio algo más que la vida por todos nosotros; fue un Orfeo terreno de los tiempos modernos, nos trajo la poesía.

Tiempo tendremos de celebrar su vida y su obra en el aula del CAUM que llevará ya por siempre su entrañable nombre y su imborrable recuerdo. Hoy por hoy llamar con el corazón a todos a leer sus poemas y tener presente su memoria.

Carlos Caballero

28/02/2022