Gabriel Celaya – El hilo rojo

Antología poética

Muchas veces suelen preguntarme cuál de mis libros recomendaría como más representativo de mi quehacer. Dado el clima de politización en que vivimos, suelo en­tender que quienes me hacen esta pregunta piensan, más que en mi poesía propiamente dicha, en mi signo político y en mi ideología. Pero decirles que mi con­cepción del mundo y mi marxismo se hallan latentes en cualquiera de mis poemas —aun de aquellos cuyo tema no es sociopolítico— no sería contestar a lo que me preguntan.

Existe otra dificultad: Los poemas que mejor res­ponden a esa demanda latente en el: «¿qué me reco­mendaría… etc.?», son largos y difícilmente dialécti­cos. Pienso por ejemplo en LO DEMÁS ES SILEN­CIO, LAS RESISTENCIAS DEL DIAMANTE, VÍAS DE AGUA o EL DERECHO Y EL REVÉS. Sin em­bargo, como estos libros —pues cada uno de esos poe­mas es un libro— quizá sean, entre los míos, los que más a fondo entran en la cuestión que, al parecer, y por algo será, primordialmente interesa hoy, no he re­nunciado a dar algunas muestras de ellos en este libro.

Pese a lo anterior, en esta recopilación he dado la preferencia a los poemas cortos de tipo político-social que se hallan dispersos por mi obra, y que, reunidos ahora, facilitarán la lectura de quienes, interesados por esta temática, tenían que andar antes buscando sus más concretas manifestaciones en un sitio y otro.

Otra observación: Como muchos de los poemas que recojo fueron escritos en circunstancias que el lector joven no habrá vivido, me ha parecido conveniente, de acuerdo con los Editores, apostillarlos. Quizá a al­gunos les parecerá que estas notas están de más, pero quizá otros las agradezcan.

El título de este libro me lo ha sugerido aquel cé­lebre texto de Engels en el que refiriéndose a la cone­xión entre las relaciones económicas y las relaciones políticas y culturales, hablaba de «.el hilo rojo que atraviesa toda la Historia y sirve de guía a aquellos que quieren comprenderla». ¿No son estos poemas que ahora reúno, la continuidad, a lo largo de treinta años, de una preocupación que atraviesa toda mi Obra y que la explica —creo— en lo que tiene de entrega al colec­tivo?

—- Gabriel Celaya