Inolvidable compañero, memoria y ejemplo de nuestro CAUM, muchos tuvimos una impagable oportunidad: escucharte. Así supimos de una infancia difícil, marcada además por las duras vivencias en el Madrid asediado durante la Guerra, del despertar a la vida paralelo al sucesivo desempeño de variadas ocupaciones, intentando salir adelante en tiempos de oprobio y miseria para los más. Y Rafael, por supuesto fue uno de ellos. Y, progresivamente, vendrían los primeros escarceos literarios, comenzaba a vislumbrarse al futuro poeta que empezaba a conocer y a ser conocido. También llegó Paquita, su compañera de vida tantos y tantos años y, por supuesto, indudable consecuencia de su generosidad, el compromiso político y su lamentable consecuencia en la España de los años 60: la prisión, su estancia tras los barrotes de Carabanchel, añadiendo, en ejemplar ejercicio de militancia su esfuerzo – y el de Paquita- en los procelosos primeros años del Club. Sí, Rafael ha sido un resistente a la Dictadura con todos los atributos, un honesto y modestísimo camarada. La fina ironía, los signos de nada afectada bohemia valleinclanesca, la sonrisa perenne, la imperturbable bonhomía y tantas cosas más permanecen con nosotros.

Irreductible camarada, te queremos. Y, algún día, han de volver la ilusión y la esperanza que tantos como tú nos distéis. Seguro. Para ti, Rafa. ¡FERROVIARIOS, PARAD TODOS LOS TRENES!

Carlos Hernández – Junta Directiva CAUM

Madrid, 8 de marzo de 2024 – Día de la Mujer Trabajadora