EL MENSAJE
Hago señales en la noche. Muevo
mi corazón como un farol de sangre.
Escucho el eco, la resaca
de un corazón gigante.
Me llega su reflejo. Se deslumbra
la noche de las cárceles.
Algo gira en el mundo. Es la puerta
del hombre que se abre
al resplandor de un grito.
El hombre surge. Avanza. Mira a España,
la mira hasta cegarse
de amor.
Encadenada ve
sangrando en una cruz su propia imagen.
Clamando está la tierra,
El cielo.
El mar.
El aire.
Trepo a los muros del dolor. Levanto
mis brazos como mástiles
desnudos:
¡Aquí, aquí, de España es esta sangre!
¡Perdonadme esta prisa,
perdonadme!
Prisión de Burgos – Te llamo desde un muro (1961)